Energía para el desarrollo

Hablar de energía es hacerlo de un sector que tiene un efecto tractor impresindible para la económia de un país, por las elevadas cifras de inversión y creación de empleo que representa, y porque contribuye de manera fundamental al bienestar social.

La evolución de nuestra sociedad esta ineludiblemente lifada a la energía: es necesaria para sustentar el crecimiento económico; y éste incrementa el nivel de vida de los cuidadanos, que impulsan, a su vez, la demanda energética. El mercado energético internacional, caracterizado por su integración y su flexibilidad facilita la adaptación de la oferta a la demanda, atendiendo las necesidades del mercado final y manteniendo la seguridad de suministro, y contribuyendo así al desarrollo económico, humano y social a escala mundial…

Rafael Villaseca
Presidente
Club Español de la Energía

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Este artículo aparecio el de octubre en el especial de energía del Diario El Economista

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