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Jornada: La transición energética y el empleo

El Club Español de la Energía (ENERCLUB) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con el patrocinio de Iberdrola, organizaron el pasado 11 de septiembre en la Fundación Ramón Areces, la jornada: “Transición energética y empleo”, a la que acudieron 250 personas

Magdalena Valerio, ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, intervino en su inauguración, y Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, fue la encargada de su clausura. Asimismo, Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT para España, presentó el informe: “Sostenibilidad medioambiental con empleo – Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2018”

Durante su intervención, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, remarcó que el proceso de transición energética que está viviendo nuestro país, “es una cuestión transversal cuya meta es realizar una transición justa y dialogada, con los representantes sociales y económicos”.

Para la titular de Trabajo, afrontar estos retos con éxito implica necesariamente trabajar en dos líneas de acción, que ya se han iniciado: la promoción de políticas que refuercen y permitan la creación de empleos en sectores emergentes, tales como energías renovables,  eficiencia energética, protección de la biodiversidad y recuperación de espacios naturales, entre otros. Y la necesaria reconversión de los empleos tradicionales de nuestra economía a través del aprendizaje continuo que permita casar la oferta y la demanda. Para llevar a cabo estas medidas, apostó por la coordinación total entre la educación, la formación y el empleo.

Según Iñigo Díaz de Espada, vicepresidente de Enerclub: “estamos preparados para la transición, que vemos principalmente como una oportunidad, aunque también nos inquietan los posibles efectos socioeconómicos que sobre determinas empresas, sectores, o regiones más vulnerables pueda haber”. España cuenta con un sector energético fuerte con empresas reconocidas internacionalmente, que han ido introduciendo nuevas tecnologías y adaptándose con éxito a los cambios.
 
Por su parte, Joaquín Nieto, durante la presentación del informe de la OIT, destacó que se generarán 18 millones de empleos en el mundo si se alcanza el objetivo de 2 ° C del Acuerdo de París. Las estimaciones de este estudio barajan la creación de 24 millones de empleos frente a una pérdida de seis millones. “Este resultado debe conllevar políticas complementarias para proteger a los trabajadores y garantizar que la transición sea justa”, afirmó.

Adicionalmente, Nieto señaló la generación de más de seis millones de empleos al adoptar la economía circular, razón por la que abogó por el reciclaje, la reutilización y reparación de los productos, frente a su producción, uso y descarte.

Para concluir, el director de la OIT en España, expuso que 1,2 billones de puestos de trabajo en el mundo estarán ligados a un ambiente estable y saludable. Sectores como la agricultura, la pesca y la silvicultura, dependen directamente de estos factores, pero también lo harán otros menos evidentes como el turismo o los productos farmacéuticos.

Durante el debate sobre las oportunidades y desafíos de la transición energética para el desarrollo económico y social desde la perspectiva territorial, representantes de la Junta de Andalucía, el Gobierno de Aragón y el Principado de Asturias, destacaron la necesidad de contar con un marco regulatorio energético estable a largo plazo, que busque el máximo consenso.

Asimismo, representantes de agentes sociales e industria, coincidieron en señalar que la transición energética debe contar con el máximo consenso, y con un marco regulatorio estable que aporte seguridad e incentive las inversiones. Además, debe realizarse de forma muy planificada, con la protección de las personas como eje principal, que tenga en cuenta las políticas energéticas e industriales, con flexibilidad para poder rectificar si es necesario.

Durante la clausura, Miguel Antoñanzas, presidente de Enerclub, ahondó en la importancia de contar con los planes necesarios para promover la competitividad y el empleo de calidad, especialmente en aquellos sectores y regiones más vulnerables. Destacó, como principal factor para lograrlo, la formación y capacitación para el empleo, “porque éste se está transformando de forma acelerada y la mayoría de las profesiones del futuro se están creando o aún no existen., muchas de ellas relacionadas con la digitalización o las nuevas tecnologías”. 

Por su parte, Ángeles de Santamaría, consejera delegada de Iberdrola España, defendió que “en términos de empleo, la lucha contra el cambio climático no solo supone una oportunidad de creación neta de nuevos empleos, sino que es imprescindible para que se mantengan otros muchos no relacionados con el sector energético. La transición energética es una oportunidad que hay que abordar con urgencia, con un enfoque de largo plazo y de forma justa. Solo así, podremos crear nuevo tejido industrial, transformar sectores y aprovechar el efecto tractor en la industria de empresas líderes españolas para proyectos nacionales e  internacionales”.

Clausuró la jornada la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien afirmó: “España tiene mucho que ganar si apuesta por la transformación de su economía y por una transición energética bien diseñada y ambiciosa. Imaginemos el empleo que puede crear redirigir los recursos gastados en la importación de combustibles fósiles hacia el desarrollo de nuevas oportunidades de negocio, hacia necesarias inversiones en investigación y desarrollo. Hay pocas cosas que este país necesite más que mejores empleos, y hay pocos vectores que puedan ofrecer más oportunidades que la transición energética”.

El informe "Sostenibilidad medioambiental con empleo – Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2018" se puede encontrar pulsando sobre el título.


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