Borja Prado, Presidente del Club Español de la Energía (Enerclub), inauguró la jornada destacando el papel cada vez más relevante que juegan las energías renovables en el mundo. “El año pasado, afirmó, se alcanzó un nuevo récord en materia de renovables, convirtiéndose en la fuente con mayor potencia total instalada en el mundo tras superar al carbón”. Entre los factores que lo han hecho posible, Borja Prado se refirió al respaldo político y económico en países clave como EE.UU., China, India o México, las mejoras tecnológicas y la continua reducción de costes.
Según indicó, las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía a medio plazo son excelentes, pero para cumplir los objetivos climáticos del Acuerdo de París, el papel de las renovables tiene que llegar a ser aún más relevante, y no sólo en el sector eléctrico, sino también en los sectores de calor y transporte.
Para lograrlo, afirmó el Presidente de Enerclub, “es clave contar con unas condiciones regulatorias y de mercado adecuadas”. En referencia a Europa, señaló que la Comisión Europea, en el Paquete de Invierno, resalta la importancia de acercar las energías renovables al mercado y recomienda generalizar el mecanismo de las subastas para su provisión, “lo cual, añadió, coincide con la evolución en el mundo de esta materia”.
Si miramos a España, en 2015 contaba con un 16,2% de participación de renovables (sin incluir biocombustibles) en su mix de energía final, muy cerca de alcanzar el objetivo del 20% para 2020. En enero de 2016, se celebró la primera subasta de energías renovables y en diciembre del mismo año, el Gobierno anunció la celebración de una nueva subasta.
Según las recientes resoluciones publicadas por el Ministerio el pasado 10 de abril, esta subasta tendrá lugar el próximo 17 de mayo, y se subastarán 2.000 MW de potencia renovable, pudiendo ampliarse en otros 1.000 MW adicionales, si su resultado ofrece precios competitivos.
De esta forma, tal y como destaca el Ministerio, se garantiza que se incorporan aquellos proyectos más eficientes y que supongan un menor coste para el consumidor, en línea con las directrices de la Comisión Europea.
Subastas celebradas y lecciones aprendidas
Representantes de diferentes compañías del sector, fundamentalmente del ámbito regulatorio, analizaron otras subastas celebradas a nivel nacional e internacional, así como sus resultados y las principales recomendaciones que se pueden extraer de cada una de ellas.
Los ponentes destacaron que, en los países de nuestro entorno, las subastas son el método elegido para desarrollar las energías renovables. Existen una gran diversidad de modelos de subastas y hay muchas opiniones sobre la idoneidad de su diseño dependiendo, entre otros aspectos, de las características del inversor. No obstante, coincidieron en señalar que las subastas son “el nuevo paradigma” y que “garantizan la competitividad y son un mecanismo eficiente”.
Como puntos positivos aplicables en las subastas, los expertos recomendaron que deben estar alineadas con la estrategia energética del país, deben ser sencillas y con transparencia y visibilidad a largo plazo, lo que facilitaría el acceso a la financiación. Además, resaltaron la importancia de que las subastas tengan criterios serios, con un proceso fuerte de precalificación técnica de los proyectos, ello permitiría una mayor tasa de éxito.
Análisis de la normativa de la subasta
A continuación, más de 15 expertos representantes de empresas, instituciones y asociaciones de diferentes sectores, compartieron con los asistentes, a lo largo de tres mesas de diálogo, su visión sobre la normativa de la subasta que se va a celebrar el 17 de mayo, los mecanismos de retribución y el cumplimiento de los objetivos europeos, así como la financiación de los proyectos.
Desde OMIE, explicaron el mecanismo de asignación de la subasta y los posibles escenarios que podrían producirse. Por su parte, la CNMC, que actuará como supervisor de la subasta, manifestó sus dudas sobre algunos de los criterios aplicados, sobre todo a futuro: retribuir potencia en vez de energía, la medición de la neutralidad tecnológica o el equiparar las horas mínimas con las equivalentes (las de referencia).
Las distintas compañías y asociaciones del sector que intervinieron, apuntaron la necesidad de que la subasta “de señales a medio y largo plazo”, y destacaron su complicado sistema retributivo, atendiendo fundamentalmente al ahorro de costes. No obstante, consideran que se han producido avances y han apostado por converger en el contexto europeo y por un marco regulatorio estable que genere confianza, sobre todo, para incentivar las inversiones. “La subasta será un éxito cuando se ejecuten los proyectos en 2020”.
El Consejero Delegado de Endesa, José Bogas, y Arcadio Gutiérrez, Director General del Club Español de la Energía, fueron los encargados de clausurar la jornada.
José Bogas ha encuadrado las subastas en el camino de transición energética para cumplir con los objetivos climáticos de 2020 y 2030. “Estamos ante una subasta que puede llegar a incorporar hasta 3.000 MW. Y parece que de aquí a 2030 se necesitarán en España unos 30.000 MW de energías renovables adicionales”.
Para resolver con éxito esta transición, la normativa tiene que evolucionar acorde con los objetivos. La primera cuestión básica es una correcta planificación a largo plazo que, entre otros aspectos, apueste por nuevas instalaciones más madura y de menor coste total, y que aproveche mejor los recursos que tenemos en funcionamiento, porque serán el puente entre el mix actual y el de 2050”.