Arcadio Gutiérrez en sus palabras de bienvenida destacó la importancia de seguir muy de cerca el mercado del gas para tratar de entender su impacto en el abastecimiento y en los precios de la electricidad, entre otras cuestiones. Flujos de oferta y demanda, precios, contratos, niveles adecuados de almacenamiento, o las medidas de los países para asegurar el suministro de gas natural, son algunos de los temas analizados en este informe que también ofrece una previsión de este mercado para 2023.
Jean-Baptiste Dubreuil hizo referencia a los elevados precios del gas a nivel internacional alcanzados este trimestre del año y con una gran volatilidad e incertidumbre, debido a los constantes cortes de suministro de gas a Europa por parte de Rusia. Según la Agencia, las tensiones de los mercados que comenzaron en 2021 van a continuar durante una buena parte de 2023, afectando especialmente a Europa.
El consumo mundial de gas disminuirá un 0,8% en 2022, según la AIE, como consecuencia de la reducción del 10% en Europa -en los 8 primeros meses de 2022 vs. 8 primeros meses de 2021-, y de una demanda estabilizada en la región de Asia-Pacífico.
En 2023, el consumo mundial de gas podría crecer un 0,4%, según este informe, aunque sujeto a interrogantes que miran a Rusia, y a las consecuencias económicas derivadas de dilatarse en el tiempo los altos precios de la energía.
Los precios de gas natural en Europa y de gas natural licuado en Asia alcanzaron máximos en el tercer trimestre de 2022, y, como consecuencia, el aumento del uso del carbón y el petróleo en la generación de electricidad.
La demanda de gas natural en China y Japón se mantuvo casi sin cambios en ese mismo periodo, mientras que se contrajo en India y Corea. La AIE estima que la demanda china de gas aumentará menos del 2% este año. En Estados Unidos los precios del gas natural alcanzaron su mayor cota el pasado verano desde 2008.
La demanda de GNL crece en Europa (+65% en los primeros ocho meses de 2022 con respecto al año anterior). Las importaciones de GNL de Europa aumentarán en más de 60 billion cubic meters (bcm) este año, aumentando la presión en el comercio internacional a corto y medio plazo.
Para asegurar el suministro de gas durante este invierno, la Unión Europea, además de diversificar el origen del suministro, ha establecido unas cantidades mínimas de almacenamiento, así como otras medidas orientadas al ahorro de energía. Las instalaciones de almacenamiento de gas de la UE llegaban al 90% de su capacidad a finales del pasado mes de septiembre. No obstante, hay cierta incertidumbre sobre cómo mantener el almacenamiento en niveles adecuados no tanto para los próximos meses, sino a partir de marzo de 2023.
Para este informe, la AIE ha realizado un análisis de resiliencia del mercado del gas en la UE en el caso de un corte total de gas por parte de Rusia a partir del 1 de noviembre de 2022. El análisis muestra que sin reducciones de la demanda y si el suministro por gasoducto ruso se cortase por completo, la capacidad de almacenamiento de gas en la UE se habría reducido al 20% en febrero en un escenario de un alto nivel de suministro de GNL, y a cerca del 5%, en el caso de bajo suministro de GNL. La caída del almacenamiento a estos niveles aumentaría el riesgo de interrupciones en el suministro si se produjese una ola de frío tardía.
La Agencia señala que sería necesaria una reducción de la demanda de gas en la UE durante el invierno del 9% con respecto a la media de los últimos cinco años para mantener los niveles de almacenamiento de gas por encima del 25% en el caso de menores entradas de GNL. Y sería necesaria una reducción en la demanda del 13% sobre la media de los últimos cinco años para mantener los niveles de almacenamiento por encima del 33% en el mismo supuesto de recibir poco GNL.
Descargar el informe en: https://www.iea.org/reports/gas-market-report-q4-2022