El Club Español de la Energía organizó el pasado 13 de febrero la jornada de presentación del informe “Energy Technology Perspectives 2023”, elaborado por la AIE. En la sesión, participó Araceli Fernández, jefa de unidad de Innovación Tecnológica, de la Agencia, acompañada por Arcadio Gutiérrez, director general de Enerclub.
En su intervención, Arcadio Gutiérrez destacó que esta publicación ha evolucionado hasta convertirse en una “guía global de tecnologías de energía limpia”. “Los análisis de la Agencia confirman que estamos entrando en una nueva era industrial protagonizada por las tecnologías energéticas limpias (impulsadas por los compromisos climáticos, la búsqueda de la seguridad de suministro y el desarrollo industrial). Este informe, trata de ver qué significa esta revolución para los distintos sectores y países”.
Energy Technology Perspectives 2023
El periodo de análisis del Energy Technology Perspectives 2023 (ETP, por sus siglas en inglés), abarca de 2021 a 2050 y emplea dos escenarios: emisiones netas cero a 2050 (en línea con la trayectoria de 1,5ºC) y políticas anunciadas (asume que se cumplen en su totalidad los compromisos declarados). El informe recoge las tecnologías necesarias para alcanzar el escenario de emisiones netas cero.
Araceli Fernández presentó las principales conclusiones del estudio que analiza las vulnerabilidades y oportunidades de las cadenas de suministro de tecnologías limpias. Los objetivos: conocer si estas tecnologías siguen un ritmo adecuado para alcanzar las cero emisiones netas al tiempo que garanticen la seguridad de suministro siendo competitivas y sostenibles.
Estas son las tecnologías cuyas cadenas de suministro se analizan en profundidad en el informe: Electricidad (energía solar fotovoltaica y energía eólica); hidrógeno de bajas emisiones (electrolizadores y plantas basadas en gas con captura); combustibles sintéticos de bajo contenido en carbono; vehículos eléctricos (baterías); células de combustible (fuel cell) en camiones; y bombas de calor en el sector residencial.
En cuanto a los posibles riesgos, el estudio se centra en los relativos a la concentración de los procesos de fabricación (manufacturing) y los materiales críticos.
Tres países concentran el 70% de la producción de tecnologías como la eólica, baterías, electrolizadores, paneles solares y bombas de calor, con China dominando todas ellas. Como ejemplo, el 75% de las baterías de coches se fabrican en China. A su vez, tres países concentran el 90% del litio, y el 70% del cobalto se encuentra en el Congo.
La inversión en tecnologías limpias está aumentando, pero necesitaríamos que se triplicara para alcanzar el cero neto. Con los proyectos anunciados cubriríamos 2/3 de estas inversiones. El mercado de tecnologías limpias rondará anualmente los 650 billones de dólares en 2030.
Los países tratan de aprovechar las oportunidades y mitigar los posibles riesgos a través de sus estrategias industriales, como en Europa, el Fit for 55, el RePowerEU, y el propuesto Green Deal Industrial Plan, anunciado recientemente por la presidenta von der Leyen y comunicado el pasado 1 de febrero. También el Inflation Reduction Act (IRA) en Estados Unidos, o el Green Transformation Programme de Japón.
En definitiva, las principales conclusiones extraídas del estudio, como indicó Araceli Fernández son:
El sector de la energía entra en una nueva era industrial, la era de la fabricación de tecnología de energía limpia que ofrece importantes beneficios y que requerirán un enfoque coordinado de todos los agentes implicados.
La distribución geográfica es muy desigual, muy concentrada, respecto a los materiales, lo que amenaza la seguridad de suministro. Las políticas llevadas a cabo para evitar estos riesgos son diferentes según la cadena de suministro y deben ser competitivas.
Grandes fluctuaciones entre demanda y cadenas de suministro. Impulsar la resiliencia y la sostenibilidad de las cadenas de suministro para contrarrestar las interrupciones del mercado y las fluctuaciones de los precios que pueden restar competitividad.
Participar en la nueva economía energética emergente requiere estrategias industriales basadas en identificar las oportunidades nacionales y las asociaciones estratégicas.
El tiempo es esencial para las cadenas de suministro de tecnología de energía limpia. Los gobiernos tienen la clave para impulsar las inversiones, acelerar su crecimiento y aprovechar las oportunidades económicas.