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Informe IEA: Energy Efficiency 2022

Presentación del informe “Eficiencia Energética 2022”, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía

Participaron Kevin Lane, Senior Programme Manager de la Agencia, y Arcadio Gutiérrez, director general del Club.

En su intervención, Arcadio Gutiérrez resaltó la idea del informe que considera la eficiencia energética como la mejor opción para cumplir simultáneamente con los objetivos de asequibilidad, seguridad de suministro y clima. Ya ocurrió con la crisis del petróleo de los años 70, y lo estamos viviendo de nuevo con la crisis actual. El escenario de emisiones netas cero de la AIE para 2050, muestra que las mejoras anuales en intensidad energética, estimadas en un 2% en 2022, deberían alcanzar el 4% anual hasta 2030.

Eficiencia Energética 2022

Kevin Lane presentó las principales conclusiones de este estudio que trata de responder a la pregunta de si 2022 será un punto de inflexión para la eficiencia energética. Señaló que el pasado año aumentaron las medidas globales puestas en marcha en torno a la eficiencia energética, como consecuencia de los altos precios de la energía y con el objetivo de garantizar la seguridad de suministro.

La Agencia estima que la intensidad energética ha mejorado un 2% en 2022 respecto a 2021. Si continuase esta tendencia, 2022 podría marcar un punto de inflexión en el campo de la eficiencia energética. No obstante, el estudio refleja que esta cifra debería ser del 4% anual hasta 2030 para estar alineados con el escenario de emisiones netas cero en 2050.
El crecimiento de la demanda mundial de energía en 2022 rondará el 1%, frente al 5% de 2021 (una de las mayores subidas de los últimos 50 años). La Industria y la Edificación se recuperan tras la pandemia, no así el Transporte que no ha alcanzado los niveles previos al Covid. No obstante, parte de esta ralentización del crecimiento podría deberse a la crisis actual, por lo que una vez mejorase la situación, se podría volver a los hábitos anteriores, recordó Lane.

Para el experto de la Agencia, la crisis energética actual vuelve a dar mayor protagonismo a la eficiencia energética, como ya ocurrió con la crisis del petróleo en la década de 1970. Para la AIE, la eficiencia es la mejor opción por su capacidad para alcanzar simultáneamente los compromisos de seguridad y asequibilidad energética, y los objetivos del clima. Las medidas tomadas en el campo de la eficiencia reducen la demanda energética global, las emisiones de CO2, así como la factura de los consumidores, y al tiempo, generan empleo.
Para apoyar a los consumidores en este contexto de crisis, sobre todo a los más vulnerables, los gobiernos destinaron en 2021 ayudas por valor de más de 550.000 millones de dólares. Este apoyo, según la AIE, debería gestionarse adecuadamente para que tenga sus efectos positivos y no suponga un freno a los avances alcanzados hasta ahora en eficiencia energética.

El gas natural utilizado para calefacción en el sector residencial representa el 40% de la demanda global. En Europa, a raíz de la invasión rusa en Ucrania y la crisis energética asociada, se han tomado medidas para reducir el uso del gas. En 2022 se ha producido un crecimiento del 30% en las ventas de bombas de calor impulsado por programas de incentivos. Según la Agencia, aumentar la instalación de bombas de calor en 4 millones de unidades/año a 2025, podría reducir el consumo anual de gas en la UE en 7 bcm. El ahorro energético en edificios más eficientes se sitúa en torno al 40%, pudiendo alcanzar el 75%.

Desde 2020, los gobiernos han movilizado alrededor de 1 billón de dólares (público-privado) en acciones relacionadas con la eficiencia energética, especialmente en la renovación de edificios, el transporte público, e infraestructura de vehículos eléctricos. Esta cifra equivale a dos tercios de la inversión realizada en energías limpias durante ese periodo.
El informe estima que las medidas de eficiencia puestas en marcha en los países miembros de la AIE entre los años 2000-2020, supusieron un ahorro en la factura energética de unos 680.000 millones de dólares. En estos países, el uso más eficiente de la energía ahorró 24 exhajulios (EJ). El impacto de la eficiencia mantuvo estable la demanda de energía en unos 140 EJ, mientras que el PIB creció un 40%.

La inversión global en eficiencia energética alcanzó los 560.000 millones de dólares en 2022, un 16% más que en 2021. En el transporte aumentó un 47% en 2022 impulsada, sobre todo, por las ventas de vehículos eléctricos. En 2022 se vendieron 11 millones de coches eléctricos en todo el mundo, frente a 1 millón en 2017, y representan el 13% de las ventas globales de vehículos nuevos.

En definitiva, 2022 ha sido un año caracterizado por importantes avances en políticas de eficiencia energética e inversiones que se estima continuarán en los próximos años. Así lo refleja el plan REPowerEU de la Unión Europea, el programa Green Transformation (GX) de Japón, o la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Estados Unidos.
En su conjunto, suponen miles de millones de dólares destinados a mejorar la eficiencia energética en los edificios, el transporte, y en la industria a medio plazo. Pero será necesario que las medidas en este ámbito sean mayores y a más largo plazo.

Además, gran parte de esta inversión se concentra en las economías avanzadas, siendo necesario un esfuerzo mucho mayor en los países en desarrollo, que representan un 60% de la demanda de energía final. 

El informe dedica una atención especial a los países de la ASEAN (Brunei, Camboya, Indonesia, Lao, Malasia, Birmania, Myanmar, Filipinas, Singapur y Tailandia). En ellos, se han establecido medidas de eficiencia sobre todo en la edificación y realizado numerosas campañas de concienciación sobre el ahorro de energía. Todos los países del Sudeste Asiático han implementado políticas para hacer un uso más eficiente del aire acondicionado, y sobre el aislamiento de edificios. Estas medidas son esenciales en esta región que tiene una de las mayores tasas de crecimiento en la demanda de electricidad, y que podría reducirse en más de un tercio para 2040, según la Agencia.


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