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World Energy Investments 2022 IEA

El Club Español de la Energía presentó el pasado 12 de julio el informe “World Energy Investment 2022”, elaborado por la Agencia Internacional de la Energía, con Pablo González, analista de inversiones de este organismo, e inaugurado por Arcadio Gutiérrez, director general del Club.

Arcadio Gutiérrez señaló que desde la Asociación siempre hemos seguido de cerca esta publicación de la AIE, “porque las inversiones que se producen en la actualidad son las que determinan cómo será la oferta y la demanda de energía del futuro”. De hecho, de las siete ediciones publicadas, cinco se han presentado en el Club.

“En 2019 (antes del Covid y la guerra), -continuó el director general de Enerclub-, la Agencia ya nos alertaba de los grandes riesgos derivados de una limitada inversión en tecnologías limpias, especialmente en un contexto de fuerte crecimiento de demanda de combustibles. Estos temas han alcanzado su máxima relevancia en el contexto actual, con todas las incertidumbres que nos rodean derivadas de la invasión de Rusia en Ucrania, la crisis energética, el panorama económico y de altos precios, y la pandemia que no consigue desaparecer”.

World Energy Investment 2022

El estudio indica que las inversiones globales en energía aumentaron un 8% en 2022, hasta los 2,4 trillion USD, recuperando así los niveles prepandemia. Este crecimiento estuvo impulsado por el sector eléctrico, principalmente por las energías renovables y las redes, y por la eficiencia energética. No obstante, Pablo González destacó que esta cifra es insuficiente para abordar la crisis energética y caminar hacia un futuro energético más limpio y seguro.

Sin embargo, casi la mitad de este incremento en las inversiones se debió al aumento del coste tanto de la mano de obra y servicios, como de los materiales: cemento, acero y minerales críticos. Un ejemplo lo representa el aumento del precio de los paneles solares y las turbinas eólicas que se ha ido incrementando desde 2020 entre un 10% y un 20%, en ambos casos.

La inversión en energía limpia creció un 2% anual entre 2015-2020. Sin embargo, a partir de ese año, aumentó hasta alcanzar el 12%, por el apoyo fiscal de los gobiernos y el auge de las finanzas sostenibles, especialmente en las economías avanzadas. El sector eléctrico representa el 60% de esas inversiones, y dentro de éste, las energías renovables, las redes y el almacenamiento, supusieron en 2021 más del 80% de la inversión total. La inversión en energía solar fotovoltaica, baterías y vehículos eléctricos, parece consolidarse para alcanzar las cero emisiones netas globales en 2050. Pablo González afirmó que las renovables siguen siendo la tecnología más competitiva.

Además, existen grandes desequilibrios entre regiones. Las inversiones se concentraron sobre todo en los países desarrollados y China, y se mantuvieron estancadas en el resto, desde 2015, sobre todo en los países emergentes, salvo excepciones como la energía solar en India. Con este panorama, la Agencia observa cierto riesgo de retroceso en el acceso a la energía.

Las inversiones crecieron en algunas tecnologías emergentes como las baterías, el hidrógeno de bajas emisiones, y la captura, transporte, almacenamiento y utilización de carbono.

La Agencia estima que la inversión en baterías para almacenamiento de energía se duplicará hasta acercarse a los $20 billion en 2022.

Pablo González se refirió también al aumento de los precios de los minerales críticos desde principios de 2021: litio, cobalto, níquel, cobre o aluminio. Este crecimiento es consecuencia del aumento de la demanda y de las interrupciones en el suministro. Las inversiones en exploración de minerales críticos aumentaron un 30% en 2021, con EE.UU., Canadá y América Latina a la cabeza, pero la AIE recalca que se necesitan mayores inversiones y más diversificadas.

Por otro lado, la incertidumbre en torno a la seguridad de suministro y los altos precios está favoreciendo una mayor inversión en combustibles fósiles, principalmente carbón. Estas inversiones se producen fundamentalmente en Asia, rozando en 2021 los 105 billion USD, un aumento del 10% con respecto al año anterior, y sobre el que se estima un 10% adicional para este año. La inversión en petróleo y gas aumentó un 10% con respecto a 2020, pero se mantiene muy por debajo de los niveles de 2019.

La invasión rusa en Ucrania ha agravado aún más la subida de los precios de la energía, repercutiendo negativamente sobre los consumidores, la industria y la economía de muchos países, en especial los que se encuentran en vías de desarrollo. El informe señala que la reducción de las exportaciones energéticas rusas debe cubrirse con la producción en otros países, en particular las de gas natural, así como nuevas infraestructuras de GNL para diversificar y tener mayor autonomía.

La AIE considera que se puede abordar al mismo tiempo la crisis energética actual y la lucha contra el cambio climático. La solución pasa por aumentar considerablemente la inversión en innovación y en energías limpias, (+$4 trillion), para contar con un sistema energético más seguro y en beneficio de los consumidores. Según este informe, en renovables habría que multiplicar por tres esta inversión, en redes por seis, y en eficiencia más que duplicarla para alcanzar la neutralidad climática en 2050.


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