El pasado 3 de noviembre, se celebró en el hotel Eurobuilding de Madrid, el acto conmemorativo del XXX Aniversario del Club Español de la Energía, que contó con la intervenciones de Pedro Miró, Presidente de la Asociación, y de Javier Solana, una de las figuras políticas más importantes de la democracia española, tanto por su proyección nacional como por su papel vital en el desarrollo de las relaciones internacionales.
Al almuerzo-conferencia, patrocinado por Cepsa, Endesa y Repsol, asistieron más de 150 personalidades del sector, destacando dos de los ex Presidentes de la Asociación – Elías Velasco y Antonio Brufau.
Pedro Miró, en sus palabras de bienvenida, recordó como la característica del Club de ser un foro plural de la “Sociedad Civil” se mantiene desde su fundación, recogiendo la visión de todos los actores y fuentes energéticas, y poniendo a disposición del ciudadano un debate profundo y sosegado sobre los temas que preocupan al sector en su conjunto. No existen muchas experiencias de éste tipo en España, y seguirá siendo el objetivo básico a reforzar y mantener en el futuro, subrayó.
Según Pedro Miró, a Enerclub le ha ayudado a consolidarse el hecho de que ha evolucionada de la mano de los grandes cambios experimentados en el sector energético, pero siempre manteniendo sus objetivos básicos de consenso, foro plural y formación de alto nivel.
Respecto al futuro de la Asociación, planteó dos metas: primero, cómo llegar más y mejor a la Sociedad y, segundo, cómo tener una dimensión todavía más internacional, lo cual favorecería también el primer objetivo.
En cuanto a la primera de ellas, considera que se debe aprovechar la posición privilegiada de Enerclub como Asociación que agrupa a los principales agentes de todas las fuentes de energía y sus diferentes dimensiones, así como su experiencia demostrada en la puesta en común de propuestas consensuada sobre cuestiones energéticas, destacando, en este sentido, la importancia de actuaciones como la publicación, el pasado 28 de octubre, del documento La energía hoy en España. 15 temas clave para la próxima legislatura, con el que se ha pretendido resaltar aquellos asuntos que se consideran prioritarios para una política energética nacional de largo alcance.
Concluyó haciendo referencia al ámbito internacional, como uno de las grandes metas a perseguir en los próximos años. Según comentó, aunque la dimensión internacional ya está bien representada por los Comités Españoles del Consejo Mundial de la Energía y del Consejo Mundial del Petróleo, convendría conseguir más proyección del Club fuera de nuestras fronteras, porque cuanto mayor sea nuestro reconocimiento internacional, mayor será nuestra repercusión a nivel nacional.
Por su parte, Javier Solana comenzó su intervención recordando cómo su primer contacto con la energía fue durante el primer debate político de la transición, que versó sobre la red de alta tensión, cuya empresa gestora es, hoy en día, modelo para muchos países. En aquella época, según destacó, estábamos en plena Guerra Fría y el barril de petróleo estaba a 10 dólares. El mundo ha cambiado sustancialmente desde entonces.
Solana continuó su discurso realizando un repaso de algunos de los principales aspectos relacionados con la geopolítica y la energía, refiriéndose principalmente a las relaciones EE.UU/China, Europa/Rusia y el papel de Oriente Medio, especialmente de Arabia Saudí. Actualmente, prosiguió, nos encontramos en un contexto de tensión entre países, que no de confrontación, si bien veníamos de una etapa anterior de cierto equilibrio.
Respecto a algunos de los aspectos de carácter energético que pueden marcar el futuro, destacó la posible autosuficiencia energética de Ucrania, la relevancia que podría tener la construcción de nuevas plantas de GNL en Europa, o de interconexiones hacia la consecución del Mercado Interior de la Energía.
A pesar del momento de tensiones que se está actualmente viviendo, se atisban señales de esperanza, ya que todos los países están de acuerdo en dos cosas muy importantes, como es el relacionado con la proliferación nuclear, con el acuerdo con Irán, y el cambio climático. Si es posible cooperación en esos niveles quizás es posible alcanzar mas acuerdo en otros temas.
Para concluir, enfatizó que es necesario buscar un nuevo esquema de gobernanza y debate a nivel mundial, ya que actualmente no se cuenta con las estructuras adecuadas para llevarlo a cabo. Instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario o el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas deben adaptarse a los nuevos tiempos. En referencia a la COP21 de París, destacó que, en caso de alcanzarse un acuerdo vinculante entre países, la metodología que se ha utilizado para ello podría suponer un buen ejemplo de gobernanza para cuidar de los “bienes públicos globales”.